lunes, 9 de octubre de 2017

Cola de caballo


¡Mamá mala! ¡Mamá mala! Esas palabras te las dije cada vez que me llamabas para que me sentara en tus rodillas porque me querías peinar y la tía y la abuela repetían la misma frase siempre: “las niñas buenas se peinan en cuanto se levantan” pero era por las noches cuando tenía que despeinarme y sentía que la cabeza me dolía y una noche la tía me ayudo a desarmar las trenzas y me dijo que lo que me dolía era el cuero cabelludo y como no sabía que significaba le pregunte a mi prima pero tampoco sabía porque a ella no le duele la cabeza como me duele a mí.
Duele, sabes que duele pero no te importa y todas las mañanas haces lo mismo, no sé si la abuela te hacía lo mismo y por eso me lo haces también a mí. Todas las mañanas es lo mismo, es una verdadera tortura dijo la tía una vez y siempre parezco una muñeca o una princesa de esas que salen en las películas después de cada peinado nuevo que inventas en mi cabecita y con el moño que nunca falta.  Maquillarse no duele, muchas mujeres se maquillan y eso no duele porque no veo que lloran, vos te maquillas y la abuela también, yo quiero aprender pero no me quieren enseñar, son malas las dos. La tía vio las veces que jugué con tu bolsa de cosméticos y después me retaste y la abuela solo reía por los dibujos que hice en la pared y te acordás la vez que la saque a la abuela sus pinturitas y a la princesa Sofía la deje como a las señoras de las revistas, no comprenden que también me quiero maquillar, ya soy grande para eso y ustedes no me dejan crecer y no aceptan que ya no uso pañales y voy al baño solita, no soy más una bebé.
A mí no me importa y no quiero más trenzas no me gustan, me quiero cortar el pelo mamá, cuando vaya con la abuela a la peluquería te voy a sorprender y me voy a cortar bajito como tiene la abuela. Quiero que mi pelo sea libre, que vuele cuando corra en el parque o cuando juegue en la hamaca, si me dejas andar descalza en la arena porque no dejas que mi pelo sea libre, papá y vos siempre hablan de libertad y no sé bien que quiere decir eso todavía pero mi pelo largo y suelto es como una capa de superhéroe de los muñecos que cuida mi cabecita mami.

Ayer cumplí nueve años y ojalá hoy me peinaras mami, extraño mi capa de superhéroe y ver a la abuela a y la tía, quiero volver a pisar descalza la arena y jugar en casa con mi prima, lloro todas las noches porque no tengo más mi pelo para desarmar las trenzas que antes me hacías, escucho que vos también lloras pero vos tenés pelo mami, espero me sigan queriendo así como yo quiero a mi muñeca que hoy se parece mucho a mi…

José García

1 comentario:

  1. José, me pareció muy bueno tu trabajo, un relato contado desde el punto de vista infantil, donde aparentemente no pasa nada, una queja sobre el peinado, sus variantes y asociaciones con otro mujeres de la familia, y un final sugerido pero con fuerte contenido emocional que sorprende y conmueve.

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