Banquete mágico
El mago hace desaparecer a su esposa molesta con un chasquido de dedos. A los contratiempos pasajeros los esconde en la galera con un toque de varita y a los problemas reales se los da de comer a un conejo blanco.
Excursión arbórea
Cada vez que ella se extendía en su oratoria, el esposo buscaba el serrucho y podaba los árboles más discursivos.
Sin cambio
Quise comprar una vida pero nadie tenía vuelto para mi billete
Rita Asin
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