Julieta, reconocida psicóloga de la ciudad de Rosario emprende camino rumbo a Cañada de Gómez para dictar un curso sobre violencia de género. A pocas cuadras de salir, advierte un ruido raro en su coche, fiel, aunque con muchos kilómetros recorridos. Logra detenerse en un taller que encuentra a su paso y comienza a dialogar con un muchacho musculoso que se presenta como el encargado .
-Tengo un día muy agresivo, necesito un shock reparador.-
-¿Probó activar la válvula de alivio?-
-No es conveniente en esta etapa de carencia-
-Si le parece, le provoco un arranque en caliente y reviso la batería.
-Ya le apliqué una batería de tests y los percentiles fueron positivos.
- La polaridad positiva daña la bobina y requiere un sensor.
- Pero su líbido aumenta con sensaciones efectivas. Eleve su autoestima con algún elogio, por favor.
-Lo lamento , pero una máquina tan desvencijada no puede hacer florecer ni a un árbol de leva-
- Le va a provocar un trastorno de identidad.
- No creo, aunque tiene arrastre, sus caballos de fuerza son insuficientes.
- ¿Asegura usted la aparición de un trauma equino?-
- De ninguna manera, usted carbura demasiado mis deducciones y recarga el fusible.
- Hacerme un lapsus para venir al taller me ocasiona una depresión que debo superar.-
-Si prefiere la coloco en la fosa y reviso minuciosamente su mariposa-
-Con tremendo abordaje mi ansiedad comienza a desbordarse.-
-No se preocupe, coloco el freno de mano, y la encandilo con estos faroles de cielo que heredé de mamá.-
- No salga ahora con el complejo de Edipo-
- y usted no escape, ni amortigüe esta revisación que debería ser de rutina.-
Cuando el circuito de alimentación estuvo reparado, la relación se puso a andar con la marcha mínima sin fobias ni apegos siguiendo la corazonada de una bujía que suspiraba repleta de aceite.
Rita Asín
Rita, es muy divertido el diálogo donde se mezclan distintos registros y sugiere más de lo que dice. Yo le quitaría la introducción y dejaría que el diálogo comience directamente hasta el final. No necesita la data de la psicóloga rosarina. Que el lector imagine quienes son los emisores y receptores de este diálogo que tiene mucho de género absurdo. Muy buen trabajo.
ResponderBorrarGenial Rita! Me reí un rato largo.
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